Sensual mausoleo, no te pertenezco, por la gracia del nervio rabioso te doy la
Resignación de pie, sobre la quebrada pantalla.
Sondeo a gravedad intermedia del pezón público, bajo nuestra condición de
Punto. Quita el interior y agrega dos maquinas.
Encuéntrame, no dejes que me trasforme en lo que más deseas. Torturada por el
Sagrado metal, asume la leyenda de la sangre y profetisa con los puntos de
Espasmos.
(TEX, fotografía, Ballivián, 2002)
Las maquinas perturbadas por rescatar la fuente del espermaticida, de rodillas
A la poca gracia de su creador, palpitando con mí consuelo en su cajón blanco
Mordaza.
De pie con manos de hiel, herida de pie metal, nuestro resto de energía
Descansa, a un lado de una carcomida profecía. De palpitante condición
Platónica.
Aliada de nuestra mente artificial, cruel y tan veloz, sin llevar liquido en la
Metálica conspiración racional. Sin tu vendita gracia, ¡levántame! placer
Condicional.
El grito de la ceda más el cero, sin cambio al sol desconocido…
Pintando rejas, para las horas escabrosas del metal en espiral, infravalorado el
Aura.
En sus ocho pies, donde el agua deja de lamer la plataforma esponjosa de sus
Cuidados nervios, que estallaran, cuando te incrustes en la copia de los
Recuerdos.
(Poemario ILURI, Ballivián, 2004)